La mejor cura: El amor de un amigo peludo.

Mover la cola, dar besitos, saludar de patita, estar contento y ser juguetón; sin más requerimientos que tener un adecuado control de temperamento, los perros de terapia pueden brindar felicidad, entusiasmo, autoestima, y esperanza a personas enfermas dentro de hospitales, casas o asilos. Muchos hospitales no están de acuerdo con este tipo de terapia, preocupados…